DEPRESIÓN
¿Por qué estoy triste? ¿Qué me pasa que lloro a la mínima ocasión?
¿Qué es la depresión?
La depresión es un estado anímico decaído, con pensamientos reiterados de incapacidad, desvalorización de uno mismo. Hay situaciones cotidianas que nos sobrepasan y se perciben como una montaña enorme mientras que nosotros nos vemos cada vez más y más pequeños. Se acompaña de emociones y sentimientos de tristeza, impotencia, falta de ilusión, ansiedad, no disfrute. A veces, de angustia o incluso ataques de pánico ante ciertas situaciones, falta de memoria y/o concentración. También existen sensaciones corporales como dolores, sentirse más torpe físicamente, contracturas, tensiones, falta de energía. También insomnio o demasiada somnolencia, falta de apetito o hambre constante, etc. Conductas de retraimiento, aislamiento, menor relación social, familiar.
A veces, suceden todos estos síntomas o solo algunos, en cualquier caso, el tener varios de ellos es motivo para acudir a un profesional que te permita comprender que está sucediendo en tu interior. Es importante detectar si se trata de una depresión. Un experto siempre te acompañará en el cambio si es el caso.
...es el momento de permitirte solicitar ayuda y darte el espacio para estar mejor contigo misma/o...
¿Cómo se trata una depresión?
Para acudir a psicoterapia no hace falta “estar fatal” o encontrarse “muy mal”. De hecho ante un malestar emocional que lleva un tiempo y sientes que no disminuye, ante una situación que no te gusta y no ves cambio, sea en lo laboral o en el área familiar o de pareja, o una sensación de tener que “tirar” de ti y/o de los tuyos sin poder pensar en tus necesidades es el momento de permitirte solicitar ayuda a un profesional y darte el espacio para estar mejor contigo misma/o.
En ocasiones, es difícil darse cuenta de nuestros estados internos porque el ritmo cotidiano no nos permite parar. Uno siente que no se puede permitir ese tiempo de reflexión, por el miedo a “caer”, que no se puede permitir estar triste o decaído, porque tiene la responsabilidad de otros en sus manos. La mayoría de las veces seguimos sin más, sin hacer caso a nuestro interior: los pensamientos (“esto no me gusta”, “no puedo”, “no me divierto con nada”, “necesito un cambio pero no sé cual, ni cómo”, etc.). Las emociones (angustia, estrés, tristeza, agotamiento, falta de ilusión…) o sensaciones corporales (tensiones, contracturas, dolores, falta de energía…), todos ellos se excluyen de nuestra conciencia sin más.
El camino para sentirse mejor siempre pasa por escuchar el ruido interno, entender lo que nos quiere decir, darle significado y proporcionarnos lo que necesitamos en este momento. Es decir,es necesario entrar en contacto con nosotros mismos y conseguir sustituir ese ruido por una melodía interna que nos resulte comprensible. Poner palabras/significados, acompañados por un profesional, es de gran ayuda para entender lo que nos sucede y poder proponer los cambios necesarios.
A veces, no se puede llamar depresión propiamente dicha porque los síntomas que existen son más leves y el tiempo en el que se lleva sintiendo esa tristeza, decaimiento, etc., no es suficiente, en este caso, estaremos hablando de una distimia, que igualmente tiene tratamiento y acompañamiento para entender que es lo que está sucediendo.