La ansiedad es una emoción que todos los seres humanos experimentamos a lo largo de la vida.
Suele aparecer como respuesta normal cuando el niño se siente en peligro.
Lo podríamos comparar a nivel fisiológico con la fiebre, señal de alarma que nos pone en alerta frente a posibles peligros físicos (virus, infecciones … )
En el caso de la ansiedad, nos pondría en alerta frente a un peligro que percibimos y nos prepara para actuar de forma adecuada, bien evitando esa situación, alejándonos o afrontándola.
A medida que los niños crecen, hay momentos en los que sienten miedo (la oscuridad, las brujas…), inseguridad en situaciones sociales y de evaluación (exámenes, al conocer a otros niños o al ver que les gastan una broma…)
Es completamente normal tener sentimientos de ansiedad en determinadas situaciones .
Con el tiempo, la mayoría de niños aprende que la oscuridad no es peligrosa, que las brujas solo aparecen en los cuentos, que los exámenes se aprueban si uno dedica tiempo a estudiar, y que actitud deben tomar ante las bromas.
Por lo tanto, la ansiedad normal y proporcionada no debe ser eliminada, al tratarse de un mecanismo que ayuda al niño a adaptarse y protegerse.
¿Cuando debe preocuparnos la ansiedad del niño?
Hablaríamos de ansiedad patológica cuando nos encontramos ante una respuesta desproporcionada a la realidad , con una intensidad y frecuencia elevada, que incluso se presenta en ausencia de estímulos externos que puedan justificarla y que tiene como consecuencia múltiples síntomas tanto físicos como psicológicos.
Cuánto más pequeño es el niño más difícil le será expresar con palabras su ansiedad y es más frecuente que la exprese a través de su conducta.
Los niños responderán de diferentes maneras a la ansiedad dependiendo de su edad, su personalidad y sus habilidades sociales.
Algunas señales de la ansiedad en la infancia que puede presentar el niño:
- Molestias físicas frecuentes (dolores de tripa, de cabeza …) en los que el pediatra no encuentra causa física.
- Cambios en el rendimiento académico
- No querer ir al colegio o participar en actividades normales para un niño de su edad.
- Hiperactividad, inquietud, movimiento constante más allá del juego regular.
- Pesadillas y Despertares frecuentes por la noche.
- Desobediencia constante y conducta provocativa hacia los padres o profesores.
- Rabietas frecuentes.
- Dificultad de concentración y atención.
- Dificultad para enfrentarse a actividades propias de su edad y evitación de las mismas, por ejemplo actividades extra escolares, campamentos, cumpleaños…
- Actitudes de mal humor e irritabilidad constantes.
POSIBLES CAUSAS DE LA ANSIEDAD EN LA INFANCIA
- Cambios en su día a día, como un cambio de casa, el nacimiento de un hermano, la pérdida de un ser querido, divorcio o separación de los padres.
- Pasar demasiado tiempo viendo la TV, móvil, play Y poco tiempo moviéndose físicamente.
- Alto consumo de azúcar y colorantes
- Rutina diaria desorganizada con constantes cambios impredecibles, afectando sus horarios de sueño y alimentación.
- Ausencia de límites sanos por parte de sus cuidadores.
- Conflictos
- Ausencia repentina de alguno de los padres.
- Tomar responsabilidades y cargar con pesos que no le corresponden dentro de la familia.
- Dificultad a la hora de expresar con palabras lo que siente.
- Exceso de actividades o estimulación a lo largo del día con poco tiempo para descansar.
- Estar viviendo alguna situación incómoda en el colegio, donde no se siente aceptado o incluido.
- Falta de confianza en sí mismo.
- Falta de contacto de calidad con su padre, madre o personas a su cuidado.
- Haber vivido alguna situación traumática.
¿COMO PODEMOS AYUDAR A LOS NIÑOS QUE SIENTEN LA ANSIEDAD EN LA INFANCIA?
- Enseñar a los niños el lenguaje con el que expresar lo que sienten, todo este vocabulario lo irán aprendiendo poco a poco con ayuda de los padres o adultos cercanos significativos, por eso es importante que cuidemos como trasmitimos nuestras emociones.
- Aceptar y respetar las emociones del niño, escucharle y ayudarle a expresar que siente. (Ej: “Comprendo que estés asustado, hablemos sobre ello, cuéntame que es lo que te da miedo).
- No respondas cosas como “no pasa nada, no te preocupes”, “no llores” y mejor responder cosas como… “te entiendo, en algún momento cuando era niño también sentí miedo”, “te entiendo… yo te acompaño y juntos vamos a encontrar la forma de que te sientas mejor”
- Ayudar al niño a relacionar expresiones corporales y gestos con las emociones, esto les ayudará en el desarrollo de la empatía, poder ponerse en el lugar de los demás y entenderse a sí mismo. Ej: “¿Has visto la cara del protagonista del cuento? ¿Qué crees que le pasa?”, “Mira la cara de tu amigo, parece triste, ¿le preguntas que le pasa?”).
- Dar recursos al niño, trasmitirle que puede hacer algo con aquello que le pasa, que eso que haga puede suavizar en gran medida aquello que siente. (Ej: “Sé que estás asustado, es la primera vez que vas a hacer esto, a mí también me pasaba cuando era pequeño. Te contaré algunas cosas que me ayudaron a mi cuando tenía tu edad”).
- Ayudar al niño a encontrar sus propios recursos, haciéndole preguntas para que pueda reflexionar sobre cómo actuar en determinadas situaciones (Ej:“Si te ha enfadado lo que te ha dicho tu amiga, ¿qué crees que la puedes decir la próxima vez? ¿Te sentirías mejor así?”).
ALGUNOS EJERCICIOS QUE AYUDAN A REBAJAR LA LA ANSIEDAD EN LA INFANCIA
- La respiración lenta y profunda ayuda a disminuir la ansiedad. Puedes decirle al niños que coloque algo suave y con poco peso encima de su tripa (Ej: un peluche), de esta manera tomara conciencia de su cuerpo y de las sensaciones que tiene al hacer el ejercicio.
- Tensar y relajar los músculos, se trata de tensar y relajar los músculos de su cuerpo como si fuera un león rugiendo, una tortuga escondiéndose en su caparazón o como si estrujara una naranja entre sus manos.
Y recuerda, lo que más necesitan los niños es empatía y comprensión. Las emociones les van a acompañar en su día a día e influirán en sus decisiones y su manera de actuar, por lo que dedicarle tiempo a entenderlas y a buscar la mejor forma de expresarlas será una tarea con enormes beneficios para los niños.
Si tu niño sufre LA ANSIEDAD EN LA INFANCIA puedes consultarnos, estaremos encantadas de atenderte