Las palabras que utilizamos al igual que describen nuestra realidad también sirven para transformarla. El vocabulario que usamos sirve para describirnos, nos define, por tanto, la narración de nuestra historia igual ejerce ese poder. Y cómo lo hacemos, desde dónde, cuál es la novela que nos contamos de nuestra vida y de los nuestros, nos marca un presente y prevé un futuro. El lenguaje, la narración tiene la facultad de construir o destruir. Las palabras condicionan nuestro estado emocional porque nos hablan de nuestras creencias, y de cómo las defendemos a toda costa, incluso, a costa de nuestro bienestar. Si esto es así, poder incluir
distintas versiones a la que siempre nos repetimos y que, a veces nos resta fuerza, nos generará una mirada de nosotros mismos más completa y un futuro con un abanico más amplio de posibilidades. El lenguaje tiene mucho poder en nuestra vida emocional y nuestras experiencias, pero nuestra historia tiene múltiples versiones y formas de contarla, depende de donde pongas el foco de atención. Y para incluir más elementos y sumar a nuestra propia versión, en este taller vamos a utilizar como herramienta la fotografía del propio álbum
familiar. Con ellas se realizarán ejercicios grupales que facilitarán que la misma realidad puede ser vista desde más ópticas, interpretada desde diferentes esquemas y contada con diferentes códigos.
dolorosos, sino de rescatar un aprendizaje y una valía personal, que permitan seguir avanzando. Todo ello
mediante dinámicas grupales que favorezcan integrar mas aspectos que aquellos que por nosotros mismos vemos.