Estrés Laboral

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Publicado en la Revista Digital “Los clientes hablan” del diseñador web Diseños Cavallanti
por Mónica Calzada y Berta Ponce

ABRE LOS OJOS, EL ESTRÉS FORMA PARTE DE NUESTRA VIDA

Susana trabaja en el departamento comercial de una gran empresa, lleva meses con una situación laboral compleja, tiene sobrecarga de trabajo cada día, sale más tarde de lo que le corresponde, la relación con su jefa cada vez es más complicada, ella siente que le exige demasiado y no recibe reconocimiento por todo su esfuerzo. Hace tiempo  que  no se siente motivada ni ilusionada. Se levanta a mitad de noche y no puede volver a dormir, durante el día se siente agotada físicamente, se irrita con facilidad y muchos días acaba discutiendo con sus hijos osu pareja. En el trabajo le cuesta concentrarse y teme equivocarse.

Ella sabe que está estresada pero la sensación que tiene es la de estar en un círculo del que no sabe cómo salir.

Historias como las de Susana nos resultan cercanas, muchos de nosotros nos hemos podido sentir así en dis­tintos momentos de nuestra experiencia laboral.

El estrés es un conjunto de reacciones de nuestro cuerpo que se ponen en marcha cuando percibimos de­masiadas demandas para los recursos con los que sentimos que contamos en ese momento.

Normalmente las causas del  estrés laboral no se reducen  a un único factor, sino a la combinación de varios de ellos. Además las personas reaccionamos de diferente manera a los estímulos que generan estrés, por lo que situaciones que pudieran generar altos niveles de estrés en una persona, podrían causar niveles mucho más bajos en otra.

¿Qué le sucede a nuestro cuerpo cuando tenemos estrés laboral?

Cuando sentimos estrés nuestro cuerpo produce una hormona llamada cortisol, su producción se incre­menta ante situaciones de emergencia para mejorar la respuesta del organismo al peligro.

El cerebro al percibir estrés, emite una orden a la corteza  suprarrenal  para que segregue cortisol  a  la sangre, de esta forma se liberan grandes cantidades de glucosa al torrente sanguíneo para que los músculos cuenten con toda la energía posible para poder realizar los esfuerzos necesarios, de cara a su­perar dicha situación de alarma.

La respuesta de estrés es pues, un intento de nuestro organismo de restablecer un equilibrio interno entre las demandas y los recursos con los que contamos para resolver dichas demandas

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Las dificultades aumentan cuando los niveles de cortisol altos se extienden a largo plazo en el tiempo, ya que pueden generar problemas de salud:

  • A nivel físico podemos sentir cansancio excesivo, dolores mus­culares, trastornos digestivos, dificultades en el sueño
  • A nivel psicológico podemos sentir: ansiedad, irritabilidad, inse­guridad, desregulación emocional, falta de memoria o atención etc.

Además, en un intento de compensar el malestar la persona puede llegar a desarrollar conductas nocivas para la salud como fumar, comer o beber en exceso para tratar de aliviar la desregu­lación emocional derivada del estrés laboral. Otras consecuencias muy importantes son la incapacidad de desconectar, afectando esto a nuestra vida per­sonal y tiempo libre.

Por todo ello es importante evaluar la situación y analizar cuáles son las causas del estrés laboral para después tomar medidas.

Las causas más frecuentes del estrés laboral son:

  • Empleo
  • Alto volumen de
  • Tareas repetitivas y monótonas.
  • Ritmo de trabajo acelerado
  • Jornadas excesivas
  • Conflictos entre empleados
  • Falta de apoyo y reconocimiento
  • Elevado nivel de responsabilidad
  • Nuevas funciones o responsabilidades
  • Acoso laboral etc.

Características individuales

Las diferencias individuales juegan un papel muy importante. Cada persona responde a las presiones con las que se va encontrando de diferente manera. Esto dependerá de nuestro temperamento, nuestra historia y la etapa vital que estemos atravesando en ese momento.

La manera de reaccionar será un indicador importante de como procesamos e interpretamos las circun­ stancias que nos van ocurriendo.

Tomar conciencia de que sentimos, de cómo solemos reaccionar e identificar los signos somáticos aso­ ciados a nuestra activación fisiológica que exceden nuestra zona óptima es de suma importancia. Si nos damos cuenta de cuáles son nuestros disparadores de estrés los podremos  manejar  de forma más eficaz.

¿Qué podemos hacer para reducir el estrés?

  • Establecer metas razonables: Aceptar más trabajo del que se puede hacer irá acompañado siempre de malestar. Dialogar y compartir información con los compañeros y/o jefe para establecer ex­pectativas de las tareas a realizar hará que estas sean másrealistas.
  • Administrar el uso de la tecnología: Los teléfonos, el correo electrónico, contestar los whatss­app pueden hacer que sea difícil desconectar del trabajo. Ponerse ciertos límites, como apagar el telf mientras cenamos o estamos con la familia será fundamental para separar trabajo de vida personal.
  • Menos es más: Si un proyecto es muy grande puede hacernos sentir abrumados. Dividirlo en pequeñas partes y centrarse en un solo paso a la vez en lugar de tomarlo como un todo hará que lo vi­vamos con menos estrés.
  • Cuidar la dieta: Los niveles de azúcar bajos puede causar ansiedad, estrés e irritación, mientras que comer abundantemente o demasiada comida grasa puede hacernos sentir cansados y fatigados. Hacer comidas pequeñas pero frecuentes nos ayudará a tener los niveles de azúcar en sangre equilibra­dos, nos aportará energía y concentración, y evitará los cambios de humor como consecuencia del estrés.
  • Hacer deporte: El ejercicio ayuda a que se liberen endorfinas,estas ayudan a quenos sintamos mejor emocional y físicamente, así que es una forma natural de tratar de sentirse bien.
  • Dormir suficiente:Descansar las horas necesarias es fundamental para tener una vida laboral ale­jada del estrés. Cuando duermes las horas necesarias es mucho más fácil mantener el equilibrio a lo largo del día y hacer frente al estrés.
  • Reserva tiempo para las relaciones hobbiesReserva runespacio durante las emana para quedar con amigos, pareja, practicar un hobbie forma parte de cuidarse a uno mismo y hará que nos sintamos mejor.
  • Acudir a terapia : Cuando uno siente exceso de malestar y este se prolonga en el tiempo es hora de acudir a un profesional que pueda ayudarnos.

Susana, la mujer de la que hablamos al iniciar el artícu­lo, comenzó un periodo de psicoterapia. En su trabajo podía darse cuenta de la importancia que tenía para ella la necesidad de sentirse reconocida y cumplir bien con lo que le pedían pero le costaba pensar más en la so­brecarga que la habían impuesto y la posibilidad de poner límites a esa situación.

En este caso suu mbral de tolerancia a la exigencia de trabajo era bastante alto a pesar de estarle causando serios problemas físicos y emocionales.

En el proceso terapéutico pudo asociar su “aguante” con su perfeccionismo y auto exigencia, y como para ella ser una persona “cumplidora”con sus tareas era una creen­ cia muy importante. Pudo ver como todas estas carac­terísticas habían sido reforzadas en su sistema familiar, algo que le había hecho sentir bien con los suyos desde pequeña. De este modo, se fue desconectando de sus necesidades para conectar con las necesidades de los demás y cumplirlas sin tener en cuenta cual es el precio que su cuerpo (tensiones, agotamiento, insomnio…) y su estado emocional (estrés, irritación, falta de ilusión…) estaban pagando por ello en la actualidad.

Las consecuencias del estrés laboral no solo afectan a la persona que lo sufre sino que también se pro­duce un deterioro en el ámbito laboral. Esto influye negativamente tanto en el rendimiento y la pro­ductividad como en las relaciones entre lostrabajadores.

Por eso es fundamental que las empresas dediquen tiempo a evaluar los factores que pueden causar estrés en sus trabajadores, algunos ejemplos podrían ser: estudiar bien los puestos de trabajo, cuidar la selección de personal, hacer seguimientos de los distintos cargos, realizar evaluaciones frecuentes entre los trabajadores, crear un clima laboral adecuado para fomentar el desarrollo integral de los tra­bajadores etc.